Si hay un sector que crecerá exponencialmente en los próximos años este es el de la biometría. Más allá de las aplicaciones que reporta este sistema a la firma electrónica, la biometría ofrece diferentes beneficios tanto a las empresas como a los propios usuarios y está llamada a convertirse en el futuro en una de las tecnologías más rentables.
Los pronósticos señalan que la tecnología biométrica moverá 1.998 millones de dólares más que en la actualidad. Esto es, pasará de tener un valor de 2 millones, que es la cifra que le corresponde en estos momentos, a generar unos 1.200 millones de dólares en 2019.
Inicialmente se ha vinculado este tipo de tecnología al aumento de los niveles de seguridad, pero también no hay que olvidar que faculta la reducción de las posibilidades de fraude interno a las organizaciones y la reducción en los costes de mantenimiento de los sistemas de seguridad y autenticación.
Los sistemas biométricos son ya utilizados en muy diversos entornos y con muy diversas finalidades. La utilización de sistemas de reconocimiento basados en biometría supone grandes beneficios para las organizaciones que los implantan en aspectos como la reducción de costes, el aumento de la seguridad y la eficiencia, y la mejora de la imagen corporativa. Tal y como manifiesta la firma Inteco que ha realizado un estudio sobre la seguridad biométrica aplicado a las empresas.
Además, este tipo de tecnología, supone grandes ventajas para los usuarios finales en relación a su comodidad, reducción de tiempos de espera, posibilidad de realizar tramitaciones remotas y mayor salvaguarda de su privacidad entre otras.
En España esta tecnología es empleada fundamentalmente en control de acceso físico, control de visitas y control de errantes, muy enfocado a enfermedades tipo Alzheimer.
Fuera de España esta tecnología se emplea cada vez más en los centros de atención de llamadas, ya que se perfila como una tecnología idónea en particular a través del reconocimiento de voz que ofrece grandes posibilidades en áreas como la banca telefónica o la recuperación de contraseñas.
También se extiende su uso en España como medio de pago: En algunos países, el uso de la biometría en terminales de punto de venta (TPV) ha reducido el tiempo empleado en transacciones y las posibilidades de errores o confusiones. Por ejemplo ya existen colegios que utilizan la huella dactilar para el pago en el comedor, o discotecas donde el cliente VIP disfruta de un saldo previamente cargado y que luego va consumiendo cuando paga con su huella dactilar, como se recoge en dicho estudio.
Pero sobre todo los sistemas biométricos son utilizados como medida de vigilancia para identificar criminales y sospechosos entre multitudes.
Como hemos comentado las técnicas biométricas ya están comenzando a aparecer en dispositivos móviles con el objetivo de proteger el acceso a los mismos y a determinadas aplicaciones, realizar pagos o para la gestión de contraseñas. Sin embargo, es la huella dactilar la tecnología mayoritaria en lo que se refiere a implantación en el mercado biométrico, abarcando más de la mitad del mismo. Esto es consecuencia de que implica un coste menor, tal y como señala la firma Inteco.
Según los expertos el futuro pasa por la utilización de la doble identificación: biométrica y no biométrica. En cualquier caso, la realidad es que pese a las reticencias iniciales es posible ya emplear técnicas biométricas como forma de verificación en operaciones no presenciales de manera altamente fiable. Así se pueden reducir los traslados y trámites innecesarios e inconvenientes para el usuario final sobre todo en lo referente a la firma biométrica que en el ámbito de la gestión documental, supone un paso de gigante al alcance de cualquier organización y hace posible la digitalización de cualquier proceso de negocio empresarial eliminando barreras.
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